Roberto García González

 

Habilitación postdoctoral

 

Destrascendentalización de los trascendentales.

Socialización de la Metafísica en los contextos de vida

 

 

7. LAS CAUSAS

 

 

En el contexto de los principios metafísicos tiene mucho sentido especificar los tipos de causas, porque el mismo Tomás de Aquino deduce tres de las cuatro causas de dichos principios, a saber de la materia y la forma. En su célebre opúsculo «De principiis naturæ», es decir, Sobre los principios de la naturaleza deduce el acto y la potencia de la materia y la forma respectivamente y explica porque la causa agente también procede de dicha forma.

 

En consecuencia la causa material, la causa formal y la causa agente en cuanto principios naturales e incluso cosmológicos y morales se dejan reducir a los dos principios metafísicos de materia y forma. En otras palabras la materia es principio pasivo de potencialidad y la forma es principio activo de actualización, por ello la causa agente es sólo un despliege de la acción determinante de la forma.

 

Lógicamente concluye Tomás, que los principios de la naturaleza son en sentido estricto sólo tres, a saber la materialidad, la formalidad y la finalidad. Y evidentemente son cuatro las causas, a saber, la causa material, la causa formal, la causa agente y la causa final. Según la filosofía clásica es la causa final la principal, dado que las otras tres orientan su función hacia una meta o finalidad.

 

Con el fin de identificar las huellas de una Metafísica del poder, en cuyos engranajes ha envuelto inconscienstemente a muchos clérigos de nuestra Diócesis de Zamora, especifico en los siguientes incisos algunos verdugos y víctimas, los que en en el transcurso de los últimos 150 años se han dejado atrapar por esta maquinaria ciega del poder, sea consciente o inconscientemente. Las siguientes reflexiones filosóficas pretenden sólo destrascendentalizar en los contextos de vida las idealizaciones que algunos han hecho hasta ahora de algunos clérigos de nuestra Diócesis. De esta forma llega a ser patente que la estructura más profunda que les ha empujado en sus pretensiones es ante todo la estructura inconsciente del poder, que es la que controla inconscientemente incluso el saber, el tener y el placer.