top of page

 

Habilitación postdoctoral

 

Destrascendentalización de los trascendentales.

Socialización de la Metafísica en los contextos de vida

 

 

8. METAFÍSICA DEL PODER

 

 

El poder es en efecto guerra, pero continuada con otros medios, por ejemplo con la presión política, la diplomacia, la intimidación, el soborno, la amenaza, el ostracismo, las alianzas, las leyes y la corrupción entre otros. El poder vincula a los seres humanos y los empuja a una guerra disimulada, anónima, inconsciente e impersonal. El poder apresa a verdugos y víctimas en los engranajes de una maquinaria malvada por medio de una fuerza difusa y distribuye estratégicamente su panoplia para hacer más violenta la lucha para conseguirlo.

 

En los siguientes párrafos quiero esbozar a grandes rasgos las huellas del poder, las que han empujado a nuestra Diócesis de Zamora ocasionalmente por las vías del mal durante los últimos 150 años. Esta recuperación condensada de la memoria pretende tomar consciencia de la Metafísica del poder en los contextos de vida de los clérigos de nuestra Diócesis, en los cuales el poder logró rellenar los huecos de la ausencia de ser y de bien con acontecimientos, que más bien muestran las redes del mal como estructuras profundas de una Metafísica vivida, que como expresión superficial de sentimientos psicológicos.

 

Quizá intenten algunos utilizar las estrategias del poder para sobornarme y amenazarme, de la manera como de hecho hace unos meses mi Obispo Javier Navarro lo intentó en mi oficina parroquial. Al respecto quiero tranquilizar a todos los que me han mostrado su apoyo con motivo de publicaciones anteriores, pues para ello hay tribunales civiles y eclesiásticos. Quien intente violar mis derechos de libertad de expresión, deberá ganar su causa ante los tribunales civiles de acuerdo con las leyes.

 

A quien se atreva imponer su autoritarismo por su cargo eclesiástico, le invito a reflexionar filosóficamente, pues los contenidos de mis escritos no atacan los dogmas de fe y la moral cristiana. En otras palabras debe ser considerado, que la competencia legislativa de la Iglesia se limita a los campos doctrinales de la fe y las costumbres. De este modo garantizan los mismos tribunales eclesiásticos mi derecho a reflexionar filósficamente sobre asuntos, sobre los cuales ellos no pueden decidir en contra mía.     

 

 

 

bottom of page