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INTRODUCCIÓN

 

1. La ley

 

Nuestro sabio abuelo Aristóteles escribe en su obra La Política »τὸν ἄρα νόμον ἄρχειν αἱρετώτερον μᾶλλον ἢ τῶν πολιτῶν ἕνα τινά«, es decir en buen castellano »por tanto es preferible, que gobierne la ley antes que uno solo de los ciudadanos«.1

 

El Derecho es el resultado más valioso de los esfuerzos teóricos y prácticos de la creatividad de la inteligencia humana. Por esta razón los hombres más inteligentes se sienten motivados a estudiar Derecho con una gran pasión. Dos ejemplos de ello son Leibniz y Hegel, gran filósofo del Derecho, quien escribió: «Nada grande hace uno en esta vida sin una gran pasión». En este contexto vale el Derecho como el punto de encuentro entre las habilidades teóricas y prácticas de la razón, pues en comparación con el Derecho son otras propuestas o más especulativas o más instrumentales que él. Por ejemplo, la Ética aplicada es a menudo más teórica que el Derecho y las disciplinas tecnológicas son bastante instrumentales. Sobre esta base puede ser considerado el Derecho como la categoría conciliatoria entre los argumentos válidos y las estrategias factibles. Es decir, entre la fundamentación del Derecho en base a los argumentos y su aplicación práctica a los casos concretos.

 

Jesús mismo afirma en Mt 5,17: »Μὴ νομίσητε ὅτι ἦλθον καταλῦσαι τὸν νόμον ἢ τοὺς προφήτας: οὐκ ἦλθον καταλῦσαι ἀλλὰ πληρῶσαι« dicho en llano castellano »¡No piensen que he venido a derogar la ley o los profetas! No he venido a derogar, sino a dar plenitud«. Ejemplo: Mt 19,9; 5,32

 

CIC c. 1752: »salute animarum, quae in Ecclesia suprema semper lex esse debet«. = La salvación de las almas, que debe ser siempre la ley suprema en la Iglesia. Cada cinco años.

Papa Francisco en Evangelii Gaudium 47: »tampoco las puertas de los sacramentos deberían cerrarse por una razón cualquiera. Esto vale sobre todo cuando se trata de ese sacramento que es «la puerta», el Bautismo. La Eucaristía, si bien constituye la plenitud de la vida sacramental, no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles.1 Estas convicciones también tienen consecuencias pastorales que estamos llamados a considerar con prudencia y audacia. A menudo nos comportamos como controladores de la gracia y no como facilitadores. Pero la Iglesia no es una aduana, es la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas«.

Normas procedimentales del diálogo: 1) Ningún interlocutor puede contradecirse (=consistencia). Adela Cortina, La Ética de la sociedad civil, 110.

Habermas: »Die Überzeugungskraft des besseren Argumentes«. Moralbewußtsein..., 171 »auf der Basis diskurstheoretischer Gründe vom ›zwanglosen Zwang des besseren Arguments‹«.

Derrida: »Il n’y a pas de hors-texte«. No hay fuera de texto.

Texto sobre el caso Plancarte:

El juicio sumario de Averardi sobre su misión en México fue formulado en los siguientes términos:
​„Me duele encontrarme a mí mismo en un país, donde en nadie puedo confiar. Aquí no hay otra cosa más que bandos[…]. La inteligencia de esta gente se ha desarrollado solamente, para mentir y calumniar“.​5​​ POOLE, Stafford, The guadalupan controversies…, p. 101.

 

Plancarte fue un caso típico de una víctima de la rivalidad entre los bandos de las ideologías del poder.

 

2. Ideal y real: ser y deber ser

 

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1. ARISTÓTELES, La Política lib. III, XI: 3.1287a 3-4

 

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