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1. SIGNIFICADO BÍBLICO

DE LA VISITA 5/6

CRISTO SE IDENTIFICA CON EL VISITADO

Mt 25,36.43

 

1.7 Visita a Marta y María

 

Recibir a quien visita exige a los interlucutores paciencia para la escucha, tiempo y lugar adecuados, para favorecer la comunión entre ellos. Al respecto es ilustrativo el episodio de Marta y María en Lc 10,38-42. La interpretación convencional de este relato atribuye a María un vínculo con la vida contemplativa y a Marta el afán por la vida activa. Sin embargo este enfoque resulta bastante anacrónico, pues esa escisión no está presente en el texto y es extraña a la teología lucana. La escucha y el servicio no son dos modos mutuamente excluyentes de atender, recibir y amar a Jesús. El evangelista quería señalar a los discípulos la paradoja de una hospitalidad unilateral y riesgosa implicada por la sola escucha sin servicio y por el solo servicio sin escucha. Al estilo de la paráfrasis de Kant podría decirse: el afán de servicio sin escucha está sordo y la escucha sin servicio comprometido está vacía.

 

La misma Marta distraída con el trabajo y ocupada según Lc 10,40 es la misma mujer atenta que sale al encuentro de Jesús para recibirlo según Jn 11,20. Y también la misma María, que »se sentó a los pies del Señor para escuchar sus palabras« según Lc 10,40 es la misma mujer que según Jn 11,21 »se quedó en casa« y luego sale »a toda prisa« según Jn 11,31 al encuentro de Jesús y a sus pies le reprocha en el v. 32 »Si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano« sin atenderlo previamente. También Marta le había reprochado: »¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo?« (Lc 10,40). Así como la recepción atenta de María es inaceptable, porque ella no se compromete en el servicio, también lo es la recepción distraída de Marta, quien evade el encuentro personal, con quien le visita. Por esta razón la visita de Betania es en el caso de María un icono instructivo de una recepción atenta sin compromiso y de una recepción distraída sin comunicación en el caso de Marta. Por tanto la recepción de Betania no parece ser un modelo evangélico para la visita pastoral. Tras la simbología de Betania como hogar de los amigos del Pastor se oculta la cara oscura de la Luna.

 

1.8 Actitud pastoral del visitador según 1Cor 9,19-23

 

Ante la diversidad personal y cultural de los destinatarios de su predicación testifica Pablo sobre la flexibilidad de su estrategia kenótica de inculturación, para disponerlos con más gusto a la recepción del Evangelio:

 

»Soy libre[...], pero me hecho esclavo de todos, para ganarlos a todos. Con los judíos me porté como judío, para ganar a los judíos[...]. Con los débiles me porté como débil, para ganar a los débiles. [...] Todo lo hago por el evangelio, para llegar a ser copartícipe en él«.

 

En este texto de 1Cor sintetiza Pablo la actitud pastoral del visitador en las dos siguientes expresiones aparentemente contrapuestas: »μὴ ὢν«...»γέγονα« es decir en buen castellano »aunque no soy«...»me porté como« o literalmente »no siendo«...»llegué a ser«. Claramente formuladas se encuentran estas expresiones en las frases: »μὴ ὢν αὐτὸς ὑπὸ νόμον«, »μὴ ὢν ἄνομος θεοῦ«, »τοῖς πᾶσιν γέγονα πάντα« es decir »no estando personalmente sujeto a la ley« (v. 20), »no estando sin ley de Dios« (v. 21), »para todos llegué a ser todo« (v. 22) respectivamente. Según Giuseppe Bellia:

 

»Este lenguaje sugestivo es un oxímoro antropológico y teológico al mismo tiempo. En la tarea apostólica, preservando la verdad de los dos enunciados, [a saber la] conciencia de la propia identidad y [la] pronta disposición de llegar a ser „como” el otro, se proyecta una tarea ministerial consciente de la propia verdad y respetuosa de la libertad del otro, mostrándole [una] refinada sensibilidad moral puede lograr el espíritu de adaptabilidad del apóstol [...]«.1

 

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1      »Questo suggestivo linguaggio è un ossimoro antropologico e teologico insieme. Nell’agire apostolico, preservando la verità dei due enunciati, coscienza della propria identità e pronta disposizione a divenire “come” l’altro, si disegna un agire ministeriale cosciente della propria verità e rispettoso della libertà altrui, mostrando a quale raffinata sensibilità morale può giungere lo spirito di adattabilità dell’apostolo«. BELLIA, Giuseppe, Reflessioni bibliche sulla visita pastorale (ISSUU, Catania 2011), p. 79.

 

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