top of page

2. Economía social

Proyecto sostenible 3/4

2.3 Análisis sistemático de la economía social de mercado

 

2.3.1 Concepto de „economía social de mercado“

 

La economía social de mercado se basa en la organización de los mercados como mejor sistema de asignación de recursos y trata de corregir y proveer las condiciones institucionales, éticas y sociales para su operación eficiente y equitativa. El concepto de „economía social de mercado“ como modelo sociopolítico básico proviene de las ideas desarrolladas por Alfred Müller-Armack explicado en su obra Wirtschaftslenkung und Marktwirtschaft es decir Dirección económica y economía de mercado, escrita en 1946. Según Müller-Armack, el núcleo de la economía social de mercado es la »combinación del principio de la libertad de mercado con el principio de la equidad social«. Su marco referencial es el concepto de la libertad del hombre complementada por la justicia social.

 

El concepto de „economía social de mercado“ surge del intento consciente de sintetizar todas las ventajas del sistema económico de mercado, –a saber el fomento de la iniciativa individual, la productividad, eficiencia y tendencia a la autoregulación–, con los aportes fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia católica, â€“a saber las nociones de justicia social, la solidaridad y cooperación–, que se basan necesariamente en la equidad y la justicia. En este sentido propone la ESM un marco teórico y de política económico-institucional, que busca combinar la libertad de acción individual dentro de un orden de responsabilidad personal y social. Los representantes de esta concepción trabajan en una síntesis de la tradición político-económica liberal con el pensamiento social cristiano.

 

2.3.2 Contexto histórico del desarrollo de la ESM

Además de Müller-Armack fueron Wilhelm Röpke, Alexander Rüstow y los integrantes de la Escuela de Friburgo, –en particular Walter Eucken Leonhard y Miksch Franz Böhm–, los primeros propulsores de la economía social de mercado y los representantes de lo que se denominó humanismo económico y social. Por otra parte, Ludwig Erhard es considerado el gran impulsor de la aplicación práctica de la economía social de mercado y se lo asocia generalmente como el verdadero padre de la idea. Como ministro de Economía su influencia fue decisiva en la concepción de la reforma económica y monetaria alemana de 1948. Asimismo, hay que destacar que todo ello fue parte integral del proyecto político de la democracia cristiana de Alemania, liderada por Konrad Adenauer, cuyo proyecto de paz tanto interna (social) como externa (proyecto de la Unión Europea) llevado a cabo junto con líderes del mismo movimiento en otros países, inspiró los sistemas políticos de la posguerra europea.

 

2.3.3 Una síntesis de libertad y justicia social

 

La economía social de mercado es un sistema económico que trata de combinar las necesidades de libertad económica, por un lado, con la justicia social, por otro. En la ESN son la libertad y la justicia social dos valores fundamentales y constituyen dos aspectos, que exigen un delicado equilibrio. Ambos valores se complementan.

 

La libertad económica implica evidentemente la ausencia de coerciones contra los derechos de la persona e implica la liberación de la iniciativa individual, el espíritu de empresa y las innovaciones que son las fuentes más importantes de la productividad y del crecimiento económico.

Por otra parte, la justicia social implica la búsqueda en el plano económico de la igualdad de oportunidades para el despliegue de los propios talentos y se basa en la solidaridad con el resto de los ciudadanos. La justicia social es un valor, que caracteriza la convivencia humana y guía la creación de lazos sociales.

 

Además de la justicia general orientada hacia el bienestar común (iustitia legalis), existen según la ética clásica la justicia conmutativa para el intercambio (iustitia commutativa) y la justicia distributiva (iustitia distributiva). Estos tres aspectos de la justicia son complementarios los unos de los otros, porque el progreso y el crecimiento a largo y mediano plazo no son realizables en condiciones de un marcado desequilibrio social. Por el contrario, la compensación social permite liberar potencialidades económicas. Así la cohesión social como resultado de la justicia mitiga los grandes contrastes entre clases sociales y protege la paz social orientada al progreso económico. Un sistema económico productivo no puede basarse en una sociedad conflictiva. Un sistema económico genera conflictos, si los beneficios no se difunden de una manera amplia en la sociedad en la que se producen.

2.3.4 Principios socio-políticos

 

Los principios fundamentales de la ESM, que emanan de la fuente de la doctrina social pontificia, son los de responsabilidad personal, solidaridad, subsidiariedad y cooperación.

 

1) La responsabilidad personal implica el principio inalienable de la dignidad de la persona humana, la cual es la fuente de todos los derechos. El principio de la responsabilidad personal establece que la política estatal debe afectar en el menor grado posible la libertad y responsabilidad personal. La responsabilidad requiere autonomía, la cual se relaciona con el desarrollo de la persona y de su iniciativas.

 

2) La solidaridad se basa en una interrelación y responsabilidad mutua entre los integrantes de grupos sociales como la familia, comunidad y la sociedad. Esto tiene derivaciones éticas como el respeto y la responsabilidad por los demás, en especial con aquellos que cuentan con menos posibilidades. Por otra parte, tiene una serie de implicaciones económicas como la optimización de la convivencia, la cooperación y el trabajo en equipo, fundamentales para el éxito de cualquier empresa.

 

3) Según el principio de subsidiariedad las decisiones deben estar centradas en la persona concreta. Es decir, que entre el Estado y las asociaciones de la sociedad civil prevalecen estas últimas, y entre éstas y las familias o las personas, prevalecen estas últimas también. Ahora bien, existen ciertas tareas que asume la esfera más elevada cuando no puede ser gestionada eficazmente por las entidades de base o cuando ésta se encuentra momentáneamente incapacitada. En estos casos interviene la función supletoria de la autoridad superior, ya sea de forma estable o en forma momentánea. La entidad superior sólo actúa si la inferior no es capaz de hacerlo por sus propios medios. En este sentido se desarrolla en la sociedad un orden balanceado y apropiado a las distintas capacidades y posibilidades. Esto apunta al objetivo último de la ESM, que es el despliegue de la máxima libertad orientada hacia el bien común y la salvaguarda de la libertad frente a los abusos de poder y la anarquía.

 

3) El funcionamiento adecuado del sistema de la ESM requiere la existencia de un consenso que lleve a la cooperación con la política económica. En una economía dada puede existir cooperación o conflicto de intereses. La ESM no requiere coincidencia permanente de los intereses de todos los grupos, pero no puede funcionar con conflicto continuo. En primer lugar, en cualquier conflicto de intereses nunca se pone en cuestión la razón de ser del contrincante, sino sólo la dimensión de sus intereses. En segundo lugar, se parte del supuesto de que no pueden prevalecer únicamente los intereses propios siempre y a cualquier precio, por lo que se exige una disposición a buscar y aceptar consensos.

 

2.3.5 Principios estructurales y reguladores


Para llevar a la realidad económica concreta los principios arriba mencionados, la ESM se basa en una serie de principios económicos que se derivan de ellos. La primera enumeración de los mismos se debe al aporte del economista alemán Walter Eucken, quien los clasificó en dos grupos: los principios estructurales, que garantizan el ámbito de libertad económica, y los principios reguladores, que previenen los posibles abusos de esa libertad y garantizan que los beneficios generados en el mercado se difundan de manera socialmente justa.

 

Los principios estructurales favorecen el despliegue de la economía de mercado. Entre ellos destacan la propiedad privada de los medios de producción, la existencia de mercados abiertos y competitivos, la libertad para establecer contratos, los requerimientos de transparencia en todas las operaciones, la necesidad de políticas económicas estables y predecibles, y la primacía de la política monetaria.

 

Los principios reguladores tienen que ver con el marco institucional y la política económica a cargo del Estado. Podemos enumerar la intervención del Estado en el control y la reducción del poder monopólico como política de defensa de la competencia, una política anticíclica integral que modere los auges y recesiones, la política social que garantiza la igualdad de oportunidades, la necesidad de que los precios reflejen todos los costos internos al mercado en relación con los beneficios y los costos externos, para establecer límites a la contaminación y a las conductas depredadoras.
 

bottom of page