top of page
Cuarta escena

El eclipse de la jabalina

 

(Con el telón cerrado, Wotan y Donner llegan por el extremo izquierdo del telón. Siegfried se encuentra al centro del estrado frontal).

 

Wotan: ¡Que Dios salve a los héroes!

 

Siegfried: (Empuña la espada contra Wotan.)

¿Quién eres?

 

Wotan: (Con deferencia fingida:)

¡Tu amigo!

(Tiende su mano para saludar a Siegfried pero éste le deja con la mano extendida y se da media vuelta. Contrariado, también Wotan le da la espalda).

(A Donner en secreto:)

Debo evitar a cualquier precio que Siegfried llegue a la montaña ígnea, donde se encuentra mi hija Brünnhilde, yaciendo sobre el tálamo rocoso. Si él lograra conquistarla ambos establecerían una alianza amorosa contra mí.

 

Siegfried: (Para sí miso:)

Así que éste es Wotan... La sangre de Fafner me permite intuir sus intenciones. Le seguiré el juego.

 

Donner: ¡Siegfried, puedes confiar en mí! Vi como derrotabas a Fafner. Estoy a tu servicio. Dime,... ¿necesitas saber algo?

 

Siegfried: (Reacciona al comentario secreto de Wotan:)

¡Quiero conocer a Brünnhilde! ¿Cómo puedo llegar a la montaña ígnea y a su tálamo rocoso?

 

Donner: Yo te mostraré el camino,...

(Wotan le amenaza con la mirada, pero Donner le invita a serenarse:)

...a su debido tiempo.

 

Wotan: No debes ir allá,... esa mujer fue maldecida por Wotan, su padre.

 

Siegfried: ¡Entonces,... era diosa!

 

Wotan: Wotan la derrocó por haberlo traicionado.

 

Donner: Y únicamente podrá conquistarla un hombre valiente que cruce el fuego que le rodea sin temor.

 

Wotan: (Furioso por la información innecesaria que ha develado Donner:)

¡Donner! ¡Cállate! ¿Me podrías hacer ese favor? Deja a esa mujer en su letargo.

 

Siegfried: (Toma una resolución indeclinable:)

¡Yo la despertaré!

(Da una zancada y sube al escenario).

 

Wotan: ¡¿Qué has dicho?!

 

Siegfried: ¡Brünnhilde será mía!

 

Wotan: ¡Antes,... te mataría!

(Se apresura y empuña la jabalina de la justicia contra el pecho de Siegfried).

 

Siegfried: ¡Ése... no es mi flanco vulnerable!

(Con destreza blande la espada esquivando el arma de Wotan).

 

Wotan: ¡Atrás! ¡Mozuelo inexperto! Entrégame el anillo. Estás en presencia de Wotan, el dios supremo. Mi jabalina de la justicia detenta el poder de los dioses. Con ella destrocé tu espada, cuando aún era empuñada por tu padre, Siegmund. Si te resistes volverás a recogerla en pedazos.

 

Donner: (Alarmado:)

¡Espera, Wotan! No puedes arrebatarle el anillo a Siegfried por la fuerza.

 

Wotan: ¡No te entrometas, Donner!

 

Siegfried: Pues veamos qué arma es ahora la más poderosa.

(Esgrime la espada en el aire y lanza un fuerte golpe contra la jabalina de Wotan. Inesperadamente ésta se resquebraja en las manos del dios supremo. Wotan, pasmado, contempla su derrota.)

Sin buscarlo he encontrado al asesino de mi padre. Mi gran victoria consiste en haberte despojado de todo tu poder. Mi venganza consistirá en mostrarte que soy mejor que tú, por eso te perdono la vida, para que siempre recuerdes que yo te vencí.

(Toca el cuerno como signo glorioso de triunfo, y proclama solemnemente:)

¡Soy Siegfried, la paz victoriosa!

(Y se va con gallardía. Cuando llega al extremo derecho del telón, se oculta).

 

Donner: (Recoge los trozos de la jabalina de Wotan.)

¡Adiós, Wotan! Escoltaré a mi nuevo amo.

(A Siegfried:)

¡Siegfried, yo te indicaré el camino que lleva hacia Brünnhilde.

(Se oculta tras el telón después que Siegfried).

 

Wotan: (Deshecho y abatido:)

¡Todo esta consumado! ¡Se ha consumido la última flama de mi esperanza! Ya no me angustia el ocaso de los dioses. Por el contrario, lo deseo. ¡No quiero ser dios,... estoy harto de serlo! Desearía ser más humano y reconciliarme con la finitud. Recostado y con insomnio contemplaré mi propio fin.

(Se da la vuelta y se oculta por el centro de la cortina).

 

 

 

bottom of page