INTERLUDIO           

CONSAGRACIÓN DE LA ESPADA

 

 

(Con el telón cerrado. Desde los extremos del anfiteatro ascienden al proscenio Brünnhilde y Freia, Siegmund y Sieglinde, Fafner y Hunding, Ninfa I y Ninfa II, Alberich y Donner, al ritmo de la música de fondo y portando una llama de fuego místico entre sus manos. Por parejas van subiendo uno después de otro, y se colocan frente al público. Al centro hay un espacio vacío reservado para Wotan, quien al final sale por la cisura de la cortina para cantar, con la espada elísea en lo alto:)

 

[Música de «Bijou» por Queen]

 

Wotan: Hoy por fin,

espada hostil,

te esgrimí

y esplenderás, siempre triunfal, en mi nombre.

¡Tu resplandor vence al hombre!

¡Potente sea por siempre

tu brillo!

 

(Al compás de la música ingresan por turnos al interior del escenario por el centro de la cortina. Primero Wotan, y después cada pareja. Al cruzar el umbral de la cortina cada uno apaga la luz de su veladora).