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2. PROPUGNADORES DE LA ATEO-LOGÍA

mal llamada „NUEVO ATEÍSMO”

2.13 Herbert Schnädelbach (1936- ): Un ateo devoto

Herbert Schnädelbach nació el 6 de agosto de 1936 en Altenburg, Turingia, en Alemania. Es un filósofo alemán, ateo autodenominado, profesor emérito de Filosofía en la Humboldt-Universität de Berlín y presidente de la Allgemeine Gesellschaft für Philosophie es decir de la Sociedad Universal para Filosofía. Su filosofía metódico-racional incluye contribuciones al desarrollo de la Filosofía del Discurso y de la Filosofía Social, contribuciones a la construcción de teorías filosóficas de la racionalidad, contribuciones a la diferenciación del historicismo y al establecimiento de una teoría pragmático-lingüística del conocimiento. Ha tomado parte en debates sociales sobre el ateísmo, sobre el libre albedrío, sobre los valores y sobre el concepto de acción comunicativa.

 

Herbert Schnädelbach se mudó a la edad de dos años con su familia de Altenburg a Breslau. Visitó la escuela en Breslau, Leipzig, Bad Bergzabern y Landau en el palacio imperial. Ahí aprobó él el bachillerato en 1955. Schnädelbach estudió Filosofía, Sociología, Germanística, Historia y Ciencias de la Música en la Johann-Wolfgang-Goethe-Universität en Frankfurt. Como asistente de un seminario filosófico ejerció de 1962 a 1966. Se doctoró en 1965 con una disertación sobre La teoría de la libertad subjetiva de Hegel. Con ayuda de una beca se habilitó en 1970 con el escrito Experiencia, fundamentación y reflexión. Ensayo sobre el positivismo. El escrito fue dictaminado por aprobación de Theodor W. Adorno y tras cuya muerte fue asesorado el proceso de habilitación por Jürgen Habermas.

 

Como profesor de Filosofía enseñó Schnädelbach de 1971 a 1978 en la Universität Frankfurt con especial interés en la Filosofía de la Historia, Filosofía de la Ciencia y Análisis del Discurso. De modo temporal fue decano. Posteriormente se desplazó a la Universität Hamburg y asumió ahí la cátedra de Filosofía Social. Entre 1988 y 1990 fue Schnädelbach presidente de la Allgemeine Gesellschaft für Philosophie en Alemania. En 1990 organizó el XV. Congreso „Filosofía del Presente – Presente de la Filosofía“. En 1993 fue invitado por la Humboldt-Universität a Berlín. Ahí asumió la cátedra de Filosofía Teórica. Participó decisivamente en la reestructuración del Instituto para Filosofía. Se ocupó con la Filosofía analítica del lenguaje, las teorías del discurso y de la racionalidad y expuso la obra de Hegel. Desde el año 2002 es profesor emérito. Está desposado y vive en Hamburg.

 

2.13.1 Obra

 

A) Libros:

  • 1966: La teoría de la libertad subjetiva de Hegel. Escrito de disertación

  • 1971: Experiencia, fundamentación y reflexión. Ensayo sobre el positivismo. Escrito de habilitación

  • 1974: Filosofía de la historia según Hegel. Los problemas del historicismo

  • 1977: Reflexión y discurso. Cuestiones de una lógica de la Filosofía

  • 1983: Filosofía en Alemania

  • 1984: Racionalidad. Contribuciones filosóficas

  • 1985: Filosofía. Un curso fundamental (coed. con Ekkehard Martens)

  • 1987: Razón e historia. Conferencias y ensayos

  • 1992: Sobre la rehabilitación del „animal rationale“. Conferencias y ensayos

  • 1999: Georg Wilhelm Friedrich Hegel para la audición

  • 2000: Filosofía de Hegel – Comentarios a las obras principales

  • 2000: Filosofía práctica de Hegel. Un comentario de los textos según el orden de su gestación

  • 2000: Naturalismo. Contribuciones filosóficas (coed. con Geert Keil)

  • 2000: Filosofía en la cultura moderna. Conferencias y ensayos

  • 2000: Descartes en el discurso de la modernidad (coed. con Wilhelm Friedrich Niebel y Angelica Horn)

  • 2002: Teoría del conocimiento para la audición

  • 2004: Filosofía analítica y post-analítica. Conferencias y ensayos

  • 2005: Kant

  • 2007: Razón

  • 2009: ¿Qué podemos saber, qué debemos hacer?: Doce respuestas filosóficas (coed. con Dieter Krause y Giuliano Campioni)

  • 2009: Religión en el mundo moderno. Conferencias, ensayos, escritos polémicos

  • 2012: Lo que los filósofos saben y lo que uno de ellos puede aprender

     

B) Otras publicaciones:

  • 1968: »¿Qué es ideología? Intento de una explicación conceptual«

  • 1971: »Sobre el problema de la decidibilidad en la ética kantiana«

  • 1980: »¿Es la tecnología éticamente neutral?«

  • 1982: »Transformación de la Teoría crítica. Sobre la Teoría de la acción comunicativa de Jürgen Habermas«

  • 1986: »¿Qué es el neoaristotelismo?«

  • 1998: »Tipos de racionalidad«

  • 1998: »Réplica«

  • 1999: »¿„Teoría crítica“? Tareas de la filosofía crítica hoy«

  • 2000: »La maldición del cristianismo. Los siete defectos congénitos de una religión mundial antiguamente surgida. Un balance cultural tras dos mil años«

  • 2000: »¡Pobre cristianismo! Resultado preliminar de un debate provocador«

  • 2006: »Ilustración y crítica a la religión«

  • 2008: »Explicar y entender – ¿Dos mundos de la ciencia?«

  • 2009: »El ateo devoto«

 

2.13.2 Pensamiento

 

El filósofo alemán Herbert Schnädelbach ha suscitado notable revuelo con la publicación titulada La Maldición del Cristianismo aparecida en el año 2000 en el semanario Die Zeit y ha tomado las riendas de un vehemente debate al respecto. En su artículo reprocha el filósofo a la fe cristiana siete defectos congénitos: 1) la doctrina subestimante del ser humano acerca del pecado original, 2) el tratado cruento de la doctrina vindicativa sobre la justificación, 3) el mandato misionero que autoriza el imperialismo cristiano, 4) el antisemitismo cristiano, 5) la escatología asediada por el miedo y el temor, 6) el lastre heredado de la antropología dualista del platonismo y 7) el trato insolente con la verdad histórica. La polémica de Schnädelbach ha motivado al historiador de la Iglesia Arnold Angenendt según sus propias declaraciones a escribir la obra sobre la historia del cristianismo Tolerancia y violencia. El cristianismo entre la Biblia y la espada en 2007.

 

Entre tanto se ha convertido el polemista nietzscheano en un „ateo devoto“, quien pone en tela de juicio, que las obras de Dawkins, Hitchens y Dennett lleguen a ser consideradas con justicia como el »ateísmo del siglo XXI«.1 Mientras su ateísmo confesional y polémico sale a escena como contrareligión anti-teísta, profesa del ateo devoto sin gozo empeñado en el más acá sólo su incredulidad, a partir de la cual Schnädelbach reflexiona también y justamente sobre sus costos; »su incredulidad es para él ante todo el memorial de una pérdida«.2 Lo que la canción infantil sobre el Dios amoroso ha entonado, quien ha „constelado“ las estrellitas y el cual „también te conoce y te ama“, lo ha »creído firmemente el niño y el adulto no lo puede olvidar«.3 El ateísmo devoto no pretende sólo percatarse de y rememorar una pérdida, sino a la vez echa de menos dolorosamente lo perdido inolvidable.

 

Dado que el ateo devoto quiere tomar en serio lo perdido, está para él obstruida la válvula de escape de una estetización de la devoción por medio del deleite profano del arte de las obras religiosas para la guarnición de la rutina cotidiana banal; él se aleja igualmente de una religión de eventos espiritualmente enjuagada con superficialidad. Un ateísmo práctico de la realidad fáctica de la vida y de la conducción de la vida, el que Ludwig Feuerbach constató, tampoco embona ya con el presente post-religioso.

 

Schnädelbach quiere evitar un »malentendido cognitivista de la fe religiosa (fides, faith4 de belief, porque tocante a la fe se trata de un estado de la conciencia del ser humano individual, »el que afecta y dispone a la persona«.5 Justamente esta fe ha sido entendida por el cristianismo como obra del Espíritu Santo y como don de Dios. El ateo devoto admite, que él no tiene dicha fe. También en este caso carece él de algo, a saber »la experiencia que manifiestamente lo cambia todo, a la que los fieles denominan „revelación“«.6 Además no se siente él como inmune ante lo religioso. Se puede imaginar, lo que sería creer, pero no puede creer. Sabe, que eso, que hoy llega a ser vendido como „religiosidad“ y que llega a ser celebrado como „espiritualidad“, no es aquello »lo que significó alguna vez con la religión en serio«7 y no debería llegar a ser confundido con esto otro, lo que hace falta al ateo devoto.

 

El ateísmo devoto de Schnädelbach está caracterizado por la seriedad existencial, por una sensibilidad ante las pérdidas de la irreligiosidad y por la probidad frente a la propia situación de incredulidad, la que deja detrás la incredulidad fáctica de alguno que otro defensor en altavoz de la religión y la contrareligión fáctica de los ateos confesos a la clara luz de la Ilustración crítica y autocrítica. Este ateísmo devoto debiera dar que pensar no sólo »a los autodenominados apóstoles de la Ilustración«8 ya militantemente ateos, sino también a la Teología cristiana.   

 

__________________________________

1       SCHNÄDELBACH, Herbert, Religion in der modernen Welt..., p. 8.

2       Id., »Der fromme Atheist«, en id., Religion in der modernen Welt..., p. 80.

3       Ibidem.

4       Ibid., p. 82.

5       Ibid., p. 85.

6       Ibidem.

7       Ibidem.

8       Ibid., p. 53. Schnädelbach se refiere en este caso a los representantes de la Giordano-Bruno-Stiftung.

 

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