DIÓCESIS DE ZAMORA

JUBILEO TRAS 150 AÑOS
DE IDEOLOGÍAS DEL PODER​​​

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A los εἰρηνοποιοί (Mt 5,9) que aman la paz...              

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Este ensayo heurístico es propiamente

una crítica a las ideologías del poder,

de ninguna manera una crítica a la autoridad.

El ostracismo contra mí ha sido consecuencia

precisamente de no haberme aliado al poder.

Renuncio al poder y elijo el amor kenótico del Crucificado,

quien es para mí la fuerza y sabiduría de Dios 

 para la misión de ser luz y sal de la tierra.

 

Me siento muy orgulloso de las generaciones de sacerdotes más jóvenes,

entre los cuales también hay alumnos míos,

porque son pastores prominentes.

Tan sólo les quiero despejar el camino,

porque hasta ahora ha habido otros,

que „[...]¡no entran, ni dejan entrar a los que lo intentan!” (Mt 23,13).

Para que puedan entrar, debí en efecto ensuciarme las manos,

pero de ninguna manera el corazón.

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Al final del Año de la Misericordia

me entrego a mí mismo en las manos de mis verdugos

para ser clavado con Cristo en la cruz

solidario en el sufrimiento con todos los crucificados.

„Nadie me quita la vida. Yo la doy porque quiero“ (Jn 10,18);

más aún porque amo y perdono también a mis verdugos.

Desde ahora cancelo y clavo las preceptos de la Ley

en la cruz de Cristo (Col 2,14),

para que mi imaginación, voluntad, intelecto,

todas mis memorias y deseos sean redimidos por él.

Con su sangre en la cruz anuló las cláusulas de la Ley,

reunió a los dos pueblos, creó una nueva humanidad

y restableció la paz:

Nos „reconcilió con Dios en un solo cuerpo por medio de su cruz,

dando muerte en sí mismo al odio“ (Ef 2,16)

Sus heridas me sanaron (1Pe 2,24; Is 53,5)

Me uno también al saludo del Crucificado y Resucitado:

„¡La paz esté con ustedes” (Jn 20,19).

„Si hay ahí alguno digno de paz, la paz se posará en él;

si no, volverá [...]“ a mí (Lc 10,6).

„»Paz« es mi despedida“ (Jn 14,27).

ASÍ DEJO QUE LA GRACIA DE DIOS

TRANSFIGURE EN PERDÓN LA INTELIGENCIA DE LA VÍCTIMA.1

La forma supereminente de justicia y de caridad es la misericordia del perdón

(13.11.2016)

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1  La noción de „intelligence of the victim“ es decir en buen castellano „inteligencia de la víctima“ tiene un sentido objetivo-intersubjetivo y otro específicamente subjetivo. En aquel primer caso predomina la perspectiva del observador imparcial, que como tercera persona observa de modo distanciado y neutral el proceso violento para atrincherar y crucificar a la víctima. La segunda acepción privilegia la perspectiva de la víctima misma, que como un yo o un tú se deja redimir, para que el resentimiento de su memoria sea transfigurado en perdón, para que la violencia de sus deseos renuncie a la búsqueda del poder y para que el fracaso de su imaginación aún sea capaz de un compromiso voluntario en favor de un cielo nuevo y de una tierra nueva y jamás desista de dar razón a la esperanza. 

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