​JUBILEO TRAS 150 AÑOS
DE IDEOLOGÍAS DEL PODER​​

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Crítica a las ideologías del poder 2/3

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Ideológico es decir simplemente en general, que en nuestra historia hay luces y sombras. No basta ello, para que nuestra memoria histórica sane. Si un penitente dice solamente: «¡He pecado, padre!», el sacerdote le exhorta, a especificar en concreto tales pecados. De modo semejante llega a sanar la mente entonces y sólo entonces con ayuda de una terapia, si uno tematiza y expresa lingüísticamente los recuerdos, que hieren su memoria. Quien reconoce sólo en abstracto su labilidad, favorece el olvido ideológico de sus errores concretos. Durante la celebración de este jubileo parece insuficiente decir: «Hemos fallado».

 

A la especificación concreta de nuestros más graves errores contribuye esta crítica a las ideologías del poder desde una postura filosófica, para expresar por medio del lenguaje aquello, lo que hasta ahora no nos habíamos atrevido a decir. Articularlo de hecho lingüísticamente, es sólo el primer paso, para comenzar con la terapia. Después de ello reconoce esta crítica con modestia epistemológica, que su tarea ha terminado, porque su competencia profesional no es terapéutica. Quien llame con ingenuas expectativas a esta puerta, para sanar la memoria histórica de nuestra diócesis, llama a la puerta equivocada.