JUBILEO TRAS 150 AÑOS
DE IDEOLOGÍAS DEL PODER​​​

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Crítica a las ideologías del poder 1/3

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Aunque ciertos obispos a menudo han creído que son infalibles, se han equivocado muchas veces en la historia de nuestra diócesis. Si uno escruta sus palabras y excava cada estrato de los hechos, puede encontrar entre líneas ideologías en su política y estilo de gobierno. Ciertamente intentan laicos y clérigos de vez en cuando, justificar ciertas decisiones arbitrarias de los obispos de Zamora por medio de un embellecimiento cosmético. Por ejemplo acentúan sus aciertos y subestiman sus errores. ​

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De esta manera reconstruyen unidimensionalmente una historia de justicia y de paz bajo la guía del Buen Pastor adornada con esperanza, caridad y filigrana evangélica. Tal reconstrucción es en cualquier caso una distorsión ideológica, pues ésta olvida estratégicamente la historia de injusticia y los conflictos de los últimos 150 años. Dicha distorsión suele dejarse orientar con el fin de la legitimación de quienes han ejercido en nuestra diócesis un puesto de poder a veces incluso con apariencia de servicio. Cada uno de ellos ha buscado a su manera la integración de los fieles dentro de su visión unidimensional, para que en éstos surja un vínculo espontáneo de pertenencia. En este contexto se dejan identificar los tres elementos típicos de toda ideología, a saber la comunicación distorsionada, la autolegitimación del poder y la integración de la gente dentro de una cosmovisión unidimensional.

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Nosotros los intelectuales bien educados exigimos tolerancia frente a cada opinión, cuya perspectiva complemente la parcialidad, la que es característica de cualquier punto de vista humano y por tanto también característica de cada análisis de la historia de nuestra diócesis con motivo de su 150° aniversario de erección. Como filósofo doctorado en universidad germano-parlante me dedico profesionalmente a la investigación de la crítica a las ideologías. Me interesa en especial la crítica a las ideologías del poder, porque este sedimento yace en la estructura más profunda de la condición humana y la rige desde los orígenes de la cultura a veces consciente y otras inconscientemente. Espero, que nadie confunda mi propuesta ni con una simple fenomenología descriptiva de la historia de la Diócesis de Zamora, ni con una abstracta filosofía de la historia, ni con una recatada valoración moral de nuestra historia. La mía es una crítica a las ideologías del poder en sentido estricto.