DIÓCESIS DE ZAMORA

JUBILEO TRAS 150 AÑOS DE IDEOLOGÍAS DEL PODER​​

LA BASURA SUBE MIENTRAS HAY BORRASCA 2/20

 

 

2. Manuel Méndez Evaristo

 

Cuanto más lo conoce uno, más monstruoso le parece. Él aprovecha la ingenuidad de la gente para dejarse admirar y después descubre uno, cuán vacío está. Mientras fue mi formador en el Seminario de Zamora me acerqué a él lo suficiente para comprender sus ambiciones de poder, su adicción al alcohol y después de que él cuasó la convulsión del Seminario y de una gran parte de la Diócesis me distancié de él.

 

Situado en el ojo del huracán buscó desesperadamente como encargado de los Estudios del Seminario completar el equipo docente con profezuelos como Gabino Ordaz, Armando Flores, José Cruz Moreno y Raúl Ventura. Sin duda fue la época más decadente de toda la historia del Seminario. Las quejas y burlas de los alumnos eran escuchadas por los pasillos durante las comidas y el deporte debido a la incompetencia de dichos profesores. Sus clases eran auténticas exhibiciones de la ridiculez y a veces se exponían en ellas a la revancha de los alumnos. Por ejemplo Armando llegó a abandonar la clase para ir a llorar a la Capilla.

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Manuel Méndez llegó a acusar abiertamente en los pasillos del Seminario a los profesores difamados por él mismo, de haber sido ¡Asesinos de Mons. José Esaúl Robles! Sin duda Manuel Méndez estuvo detrás del complot contra los diez profesores removidos por el Sr. Violencia. Al final del año algunos seminaristas abandonaron definitivamente la Institución y otros fueron expulsados a causa de su amistad con estos últimos profesores.

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Cuando se enteró de la posible llegada de Raúl Duarte Castillo como nuevo Rector del Seminario, se atrevió a decir precipitadamente: ¡Si el Rabino entra por esta puerta, yo salgo por aquélla otra! Eso nunca sucedió y una de las primeras reformas de Duarte fue reunir en la Biblioteca del Seminario a todos los profesores difamados , para ser readmitidos en el equipo docente. También acudió a la reunión Rafael Valdez Torres actualmente obispo de Ensenada, B.C. y aun así Manuel Méndez se opuso a su readmisión y lo excluyó como profesor tajantemente.

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En el contexto de la reforma del plan de formación del Seminario asumió Méndez la responsabilidad de rediseñar el Plan de Estudios del Seminario. Sólo presentó como proyecto una lista de materias sin sistematización y ese año Duarte buscó una solución política para que Méndez abandonara el Seminario bajo la tapadera de un doctorado en París. Pasados los años Jaime Calderón regresó al Seminario, después de doctorarse en Roma, y me comentó en su habitación, que él no estaba de parte de ningún grupo. Qué había visitado a Manuel en París en un viaje desde Roma y que lo había encontrado completamente deprimido y con peso bajo. Sin duda miraba cómo se desmoronaban todos sus planes de control del equipo del Seminario y consecución del poder.

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Al regresar a México le pedí a Manuel una copia de su Tesis doctoral para la Biblioteca y me respondió: ¡No la terminé porque tuve problemas con el idioma francés! Por consiguiente no absolvió el doctorado y, dicho sea de paso, ni siquiera lo intentó con seriedad.

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Aunque ejerció como párroco de Churintzio, su nombramiento fue canónicamente inválido, porque Sotero Fernández nunca renunció por escrito o de palabra ante dos testigos conforme al C.I.C. c. 189. Además no asumió después un nuevo oficio. Espero que se hayan subsanado ya todos los matrimonios administrados inválidamente, porque el principio canónico "la iglesia suple" por error común no se aplica, dado que los tribunales del obispado estaban enterados del asunto. Manuel Méndez se encaprichó y decidió no dar clases en el Seminario, sino exigir que los alumnos vinieran a Churintzio en sábado a las clases de Moral. Su pertenencia a la autodenominada Sagrada Familia, que por cierto carece de una finalidad sagrada y a la que conviene más bien el nombre de "Zafada Familia", le facilitó la satisfacción de sus caprichos.

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A causa de problemas con el INAH tuvo que salir precipitadamente de Churintzio. Dejó libros de notaría sin firmar y mi cuñada Elieter auxilió en dicha situación gracias a su experiencia laboral como secretaria parroquial en San José de Gracia, Mich. Resulta intrigante, que mientras ejerce como párroco en Los Reyes, ahora sí tenga tiempo suficiente para venir a impartir clases en el Seminario y para dirigir el Instituto Fray Juan de San Miguel. ¿Estarán actualizados los libros parroquiales de los Santos Reyes? ¿O es basura que sube mientras hay borrasca?

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A José Manzo Manzo como vicario de los Santos Reyes se atrevió a decirle: »Mientras yo no lo quiera, nunca serás cura«. »En la Diócesis mandamos dos: yo y el Obispo«. ¿Será acaso un ejemplo de ello la consagración de la Casa de la Madre del Redentor auto-proclamada de antemano como "santuario paroquial", cuyo nombre fue reelaborado oportunistamente con motivo del Año de la Misericordia para dedicarlo a Nuestra Señora de Guadalupe como María, Madre de Misericordia? ¿Será parte de una estrategia promocional como candidato a rector de un verdadero santuario diocesano en concreto del santuario del Señor de los Milagros en San Juan Nuevo? Sin recato la avidez precipitada de Manuel se ha dejado exhibir en vídeos de su propio perfil de facebook. Tras casi tres décadas de conocerlo a fondo, puedo concluir con certeza, que Manuel Méndez más bien es gnóstico que cristiano.

 

De hecho durante los primeros meses de la pandemia del 2020 se recluyó simplemente como una rata arrinconada aterrado por su previo padecimiento de neumomía. Así Manuel como vicario fornáneo de Los Reyes, Mich., puso entre paréntesis la eclesialidad de la pastoral católica para refugiarse con radicalidad en un encapsulamiento completamente gnóstico y luterano disfrazado bajo el simulacro de un espiritualismo virtual. Esto le llevó a la parálisis de la pastoral eclesial y al olvido auto-referencial de la pro-existencia auténticamente católica. Su tendencia gnóstico-luterana hundió sus pretensiones a ostentar una mitra sobre su cabeza como obispo auxiliar de Zamora tras su desaprobación en la terna propuesta por Mons. Navarro como obispo diocesano y conformada por Manuel Méndez Evaristo, Francisco Figueroa Cervantes y Juan José Torres Martínez.

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El 9 de enero de 2021 a Manuel, con 58 años de edad, le resultó contundente el fiasco de su razón paralítica, cuando sus síntomas desembocaron en la certeza del diagnóstico de COVID-19. Tras la experiencia traumática de su padecimiento anterior por neumonía, su corona-contagio vírico le llevó en efecto a un fatuo despertar apresurado a la vida, pero no a una real y sincera conversión. Al respecto Manuel escribe lo siguiente: »[...] me está despertando a la vida. [...] se está transformando en un camino de humanidad«. Al leer sus divagaciones febriles publicadas en su perfil público de Facebook concluye uno de manera obvia: »Chango viejo no aprende maroma nueva«. ¿A que tipo de "vida" despierta Manuel y cómo puede él llamar a ello "transformación" en un camino de "humanidad", mientras utiliza el miedo y la razón paralítica para hablar en el tono siguiente en patético selfie-vídeo publicado el 22.01.2021 a las 21.00 p.m.: »Nadie, absolutamente nadie va a venir a protegernos. El virus es un infierno, es una especie de demonio, que te come por dentro. […] Nadie, absolutamente nadie va a cuidarnos«.1 Quizá Manuel olvida en su delirio, que a él de hecho sí lo cuidaron muchos, cuyos nombres él mismo menciona de modo explícito. O quizá ese exabrupto sea una expresión inconsciente de falta de fe e incluso el desencanto sin el Dios de la esperanza.

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Este blog le ha incomodado tanto, que ha ejercido presión para desacreditarlo. Hay en efecto un medio para desmantelarlo y ocultar todos los datos publicados en él, pero ya no está en nuestras manos, a saber: ¡No haberlos hecho! Sus acusaciones contra mí me hacen recordar el complot contra Pablo en Hch 23,12 y ss. Al estilo de San Pablo, quien „no había cometido delito alguno contra la ley o el templo o el emperador” (Hch 25,8), en este ensayo heurístico solamente abordo algunas „discusiones sobre religión” (Hch 25,19) –por ejemplo las distorsiones ideológicas de una religión violenta al servicio del poder–, y no he hecho „nada que merezca la muerte o la cárcel”. Y dado que en mi caso no he apelado al emperador Augusto, me puedo marchar libremente (Hch 26,32). Por encrucijadas providenciales Dios mismo nos concederá algún día la gracia, para acercarnos de nuevo, a pesar de nuestras diferencias.

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1 Quizá el vídeo vaya a ser en efecto borrado, pero aun así dejo enseguida el link:

              https://www.facebook.com/ParroquiaLosReyes/videos/768667090396573

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