ÉTICA DE LA RENUNCIA
AL PODER
LA INTERACCIÓN DE LA CONCIENCIA
EN EL MARCO DE LA SOLIDARIDAD CON LAS VÍCTIMAS
Secuela de mi disertación doctoral
en el contexto de nuestro México violento y convulso
1. INTRODUCCIÓN
La palabra „desaparecido“ se deja atribuir en el contexto político de nuestro México violento y convulso no sólo a alguien, quien ha sido detenido y retenido ilegalmente y cuyo paradero todavía es desconocido, sino también a alguien, cuya muerte debe ser ocultada en el olvido, para privarlo de su derecho a morir en paz. Quien acepta consuelos interesados, por ejemplo una indemnización o monitores de TV digital, llega a ser engañado por medio del olvido ideológico. Érika Kassandra Bravo Caro, las víctimas de Ayotzinapa y Santiago Álvarez Figueroa entre otros muchos jamás deben ser utilizados como mercancía en las negociaciones políticas.
En razón de las pruebas periciales de ADN mitocondrial analizadas hace poco en el GMI dirigido por Richard Scheithauer y de las investigaciones de Biología molecular forense lideradas por Walther Parson me siento muy agradecido con la Universität Innsbruck por los seis años, durante los cuales me permitió absolver mi carrera de Filosofía en sus instalaciones. Aún recuerdo detalles de dos películas estrenadas en el transcurso de aquellos años felices, a saber The Dark Knight y The Prestige. En aquélla primera asesina el Joker a un hombre con ayuda de un lapiz introducido a través del ojo, mientras presume su crimen con la palabra „desaparecido“. En ésta segunda, cuyo tema versa acerca de los maestros de la magia, consiste el prestigio del truco no sólo en „desaparecer“, sino también en volver aparecer. Lamentablemente el aparecido no es el mismo que el desaparecido, porque éste último es obligado a morir, para que el truco convenza al público.
Parece, que las investigaciones de ADN han llegado en los laboratorios a los límites actuales de la Medicina forense. Quien se adelantó, a sembrar evidencias como un montaje de farsa merluza y a destruir las otras muestras, no quería que el pueblo mexicano conociera la verdad. Esta estrategia de engaño suele ser más utilizada por los peritos al servicio del Estado que por los criminales. De esta manera llega a ser más cuestionable la coartada de la PGR y se hace su implicación corrupta ahora más sospechosa que antes en los delitos con un ruin interés político.
Ha llegado la hora de asumir el hecho del fracaso patente de los partidos políticos en nuestro país. Cada gobernante surgido de sus entrañas ha destacado durante su mandato por su ineptitud ante los retos de corrupción e inseguridad en México. La clase política ha utilizado los partidos como negocios, de los que sus familias como sanguijuelas extraen toda la sangre necesaria para su vida parasitaria. Muchos hijos suyos destacan exclusivamente por la ostentación de la fortuna robada a la Nación. Mientras los políticos parecen perdidos en su propio laberinto, conquista el crimen cada día nuevos bastiones del poder desde los Municipios y las Gubernaturas hasta el Congreso de la Unión, los Tribunales y la Presidencia de la República.
Obama ha mostrado su oportunismo con una ayuda forense, para esclarecer la masacre de los estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos en el Estado de Guerrero. En la coyuntura histórica del Gobierno de U.S.A. parece Obama candil de la calle y oscuridad de su casa. ¿Por qué no esclarece Barack también los crímenes racistas de la policía de Ferguson y New York contra los afroamericanos asesinados y de la policía de Pasco, WA. contra los latinos? ¿Por qué no esclarece los crímenes de guerra cometidos por la milicia estadounidense y por la C.I.A. debido a la utilización terrorista de „drones“ como muerte no tripulada en los países árabes? Según testimonios de jóvenes soldados, los que antes de los treinta años de edad ya son veteranos de guerra, el combate al terrorismo es un fracaso absoluto, porque otros diez activistas se suman al Estado Islámico por cada miembro de su familia inocentemente asesinado por la tropa de U.S.A. Muchos soldados norteamericanos iban a la guerra porque querían ser héroes y regresaron convertidos en asesinos. Desde los monitores de la C.I.A. son vistos los rostros de las víctimas y el movimiento de sus labios, mientras mueren. ¿Qué dicen en su idioma materno? Quizá maldicen a los estadounidenses o tal vez le piden a Dios, que les perdone por ello.
El deseo de poder obsesiona no sólo a criminales y políticos, sino también a líderes religiosos e inconscientemente a todo ser humano en general, dado que el poder subyace debajo de todas las estructuras antropológicas y las controla. El deseo de poder constituye el origen socioantropológico de la envidia y enardece la mutua rivalidad tras la persecución del control de los demás. En particular han logrado algunos seres humanos, renunciar conscientemente al poder en tiempos recientes. Por ejemplo renunció el Papa Benedicto XVI en el año 2013 al oficio de Romano Pontífice en virtud del Canon 332 § 2 conforme a derecho. Ya había acontecido algo similar con la dimisión de Celestino V en 1294. Desde marzo de 2013 se ha dejado la humanidad continuamente sorprender por la actitud del Papa Francisco, quien ha puesto el poder al servicio del amor en el horizonte kenótico del anonadamiento del mismo Jesús.
También ha renunciado el concepto de „conciencia“ al estatuto trascendental, en el que la Filosofía moderna lo encapsuló. Ejemplo del encapsulamiento conceptual de la conciencia son R. Descartes („substancia pensante“), I. Kant („Apercepción pura o trascendental“), J. Fichte („Yo“), G. Hegel („Espíritu absoluto“), Fr. Nietzsche („Sobrehumano“) y E. Husserl („intencionalidad de la conciencia“) entre otros, los que son representantes e ideas matrices del paradigma metafísico de la Filosofía de la conciencia centrada en el sujeto. En este marco se sitúa la Ética de la renuncia al poder ideológicamente dentro del paradigma destrascendentalizado de la Filosofía de la comunicación intersubjetiva y es heredera de la destrascendentalización del concepto de „conciencia“ en la historia de la Filosofía. En el siguiente inciso se deja explicar la interacción comunicativa de la conciencia humana desde la perspectiva socio-psicológica.