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11. El Marx católico

Entrevista al Cardenal

Reinhard Marx

Miembro del G9 del Consejo de Cardenales,

Presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales

de la Comunidad Europea,

Presidente de la Conferenia Episcopal Alemana

y Arzobispo de München y Freising

 

1. Entrevista sobre el Sínodo de los Obispos

Entrevistado por Uli Waschki el 20 de septiembre de 2015

 

Pregunta: Card. Marx, antes del Sínodo hay expectativas enormes también de parte de muchos creyentes. ¿Cómo se siente Ud. personalmente como particípe en el Sínodo? ¿Presionado?

 

R. Marx: El Sínodo es una gran oportunidad pastoral para la Iglesia, para fortalecer la concepción cristiana sobre la familia. Las expectativas son en parte exageradamente altas, lamentablemente también debido a los medios de comunicación, como si fuera a ser anunciada una nueva verdad sobre el matrimonio y la familia. Por ellas no me dejo presionar, sino que quiero asistir al Sínodo con un sobrio bagaje y abierto a aquello que integra a la familia. Además tendré cuidado de que ni los pasos y resultados importantes del Sínodo del último año ni nuestras discusiones de la Conferencia Episcopal Alemana sostenidas en el período intermendio entre ambos Sínodos se queden en el tintero.

 

Pregunta: Las posturas pastorales ante los temas sobre los divorciados redesposados y  la homosexualidad parecen haber endurecido. Algunos acuden a la doctrina eclesial, otros quieren laxaciones. ¿Hay algún camino de conciliación a la vista ahora en los umbrales del Sínodo? ¿Qué aspecto tienen las soluciones?

 

R. Marx: Mire, otra vez son considerados con cierta parcialidad determinados temas presuntamente del Sínodo. Esto no ayuda mucho. El Sínodo no es un tribunal de última instancia para la resolución judicial, sino más bien para aconsejar al Papa. Es importante que opinemos y reflexionemos sobre los temas, para discernir juntos las posibilidades pastorales. No lanzaremos por la borda la doctrina, ni abrogaremos la Dogmática, sino que queremos como oyentes penetrar más profundamente en la realidad de la familia de hoy. A esta realidad pertenecen también los matrimonios que zozobran. Y también pertenecen a ella los cristianos, que viven y se identifican homosexualmente. El Papa Francisco dice: Ellos nos pertenecen continuamente y no están excomulgados. ¿Qué significa esto para nuestra tarea y cuidado pastoral? En esta medida se plantea natural y fundamentalmente la pregunta, cómo la Iglesia se comporta ante la realidad de la vida en las situaciones distintas.

 

Pregunta: Ud. ha dicho, que no debería haber después del Sínodo ni ganadores ni perdedores. Pero de momento parece la situación completamente otra. ¿Representa el Sínodo un peligro para la unidad de la Iglesia?

 

R. Marx: No lo veo así. Sobre algunos asuntos no habrá quizá unanimidad en el Sínodo, pero ojalá logremos un acuerdo en muchos otros. Para ello debemos todos trabajar, no sólo por amor a la doctrina teológica, sino también por amor a las familias. Y con este fin debemos orar. El Sínodo no es un campo de batalla política, sino un camino espiritual. 

 

Pregunta: Muchos dicen, que el Papa no hubiera elegido este camino, para dar las mismas respuestas de antaño después del Sínodo. Si ése es el caso  ¿ha sido saboteada la iniciativa del Papa Francisco?

 

R. Marx: El Papa Francisco nos ha propuesto a los nueve en el Consejo de Cardenales, de modo expreso convocar dos Sínodos uno después del otro – para reflexionar bien y profundizar los temas. No debemos y ni queremos ya antes del Sínodo definir todo, lo que después de ello saldrá a la luz. O sea aguardemos, trabajemosy oremos. Pienso que hay mucho puesto en marcha. 

 

Pregunta: En los meses pasados ha sido Ud. personalmente criticado a menudo y atacado, quizá como titiritero liberal, quien organiza conciliábulos secretos. No parece haber recibido un trato caritativo. ¿Le abruma esto?

 

R. Marx: En mi opinión se intenta con ello un buen diálogo ponderado y sobre todo teológicamente tolerante. Por eso hemos convocado una jornada de estudio con los Presidentes de la Conferencia Episcopal Suiza y Francesa en Roma – lo cual fue publicado transparentemente. Cada uno puede por tanto consultar, lo que fue dicho, y puede analizarlo teológicamente. El Papa ha querido tales discusiones. Ante algunos rumores solamente me puedo extrañar. 

 

Pregunta: Amor, fidelidad, fiabilidad, dignidad de la persona – hay consenso intraclesial sobre estos ideales católicos. En contraste con ello llega a ser percibida la doctrina eclesial sobre la moral sexual como una obra de normas detalladas con muchas prohibiciones. ¿Es pensable para Ud., que la Iglesia se despida de leyes concretas y se rija por orientaciones más bien generales?

 

R. Marx: No podemos cambiar en efecto la doctrina de la Iglesia, pero esta doctrina no es estática. La Tradición es un proceso viviente. Eso también es doctrina de la Iglesia. Así debemos interpretar de nuevo los „signos de los tiempos” a la luz del Evangelio según el Concilio. Junto a ello debemos asumir– y hemos asumido este desafío desde Roma–, que realidad vivida por muchos creyentes no siempre sintoniza con la doctrina de la Iglesia entre nosotros y en muchas partes del mundo. ¿Qué significa esto para la doctrina y para la vida de la Iglesia? Sobre ello debemos dialogar.

 

Pregunta: ¿Se dejan regular las cuestiones sobre el matrimonio y familia, sobre el amor y sexualidad uniformemente a nivel mundial?

 

R. Marx: Somos una Iglesia en el mundo y la diversidad cultural es patente por los participantes en el Sínodo procedentes de cinco continentes. Pero el Evangelio es uno y no se deja subdividir por esta diversidad cultural, sino que sólo hay una Buena Nueva del Señor, la que cumple su misión en el mundo entero. No obstante hay obviamente desafíos muy distintos para los pastores del pueblo de Dios. La Iglesia católica sólo intenta, dar una respuesta común a estas cuestiones – a pesar de las impetuosas diferencias de las culturas y de las circunstancias de la vida–. Las otras comunidades cristianas no lo intentan de ninguna manera. Me refiero a los anglicanos y a la Federación Luterana Mundial.

 

Pregunta: En Alemania han sido destacados con fuerza los temas sobre los divorciados redesposados y la homosexualidad. ¿Cuál tema importante para el Sínodo ha sido poco considerado en Alemania?

 

R. Marx: Lamentablemente un conjunto muy voluminoso. Por ejemplo: la familia bajo condiciones sociales cambiantes, la compatibilidad de familia y oficio, los aspectos de la preparación al matrimonio, el acompañamiento de los cónyuges y familias, la educación y transmisión de la fe en la familia. ¿Cómo podemos como Iglesia ayudar, a que el matrimonio y la familia logren realmente ser sacramento del amor de Dios? ¿Cómo podemos construir estructuras sociales y ecuménicas, las que afiancen las familias y no las destruyan. Todos estos son aspectos importantes y demasiado poco considerados.

 

Vínculo matrimonial y familias en situaciones complejas

 

Desafíos de la caridad para la Iglesia y Sínodo de los Obispos sobre la Familia
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